Los letreros de los comercios se reescriben con grafías de hace ocho siglos, de los balcones cuelgan pendones medievales y por las calles se camufla cualquier elemento que suene a siglo XXI. Teruel vuelve, casi de verdad, cada mes de febrero a la ciudad que pudo ser hace ocho siglos, para contar la historia de Diego e Isabel, dos amantes que no pudieron estar juntos en vida porque la clase social y el dinero les separaba, pero que lo estuvieron desde su muerte y en los últimos años alientan la vida turística de la capital de provincia más pequeña de España.
La recreación ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional (en 2016) y se celebra en torno al tercer viernes de febrero. Este año 2018 será del 15 al 18 de febrero. Más de un centenar de actores aficionados llevan la historia teatralizada a los escenarios naturales de las calles de Teruel, pero el programa se extiende hasta los 90 actos en los que participan todos los turolenses y los recreacionistas que visitan la ciudad, y que van desde matacerdos, el esquilado de ovejas, justa medieval en la plaza de toros, ordenaciones de caballeros o la quema de brujas.
En la ambientación de Teruel para celebrar la recreación de la leyenda de sus amantes colaboran todos -instituciones, grupos organizados de la recreación y particulares- porque en esta ciudad todo el mundo está muy orgulloso de esta fiesta que nació del pueblo hace casi 20 años y que sus vecinos han convertido en multitudinaria con su implicación. Aquí la gente no se “disfraza” de medieval, sino que “se viste”. Las ropas de nobles, artesanos y plebeyos están elaborados en tiendas y talleres que han encontrado en el negocio de vestir a miles de turolenses una nueva línea de negocio.
La ciudad comienza a cambiar de aspecto el jueves, poco antes de que comiencen las repesentaciones teatrales con el anuncio de la muerte de Diego de Marcilla, un segundón de una pobre familia noble que había partido cinco años antes a la guerra para hacerse con una fortuna que le permitiera casarse con Isabel de Segura. Ella le había prometido esperarle cinco años pero, a punto de cumplirse el plazo y tras el anuncio de su fallecimiento, accede a casarse con el señor de Azagra. La boda se recrea el viernes por la mañana, como vistoso acto central de la jornada, y justo antes de que el mantenedor elegido cada año haga su oda al amor. El sábado es el día en el que se concentra el mayor número de actos y de público, y el momento álgido se produce por la tarde en la plaza del Torico cuando Diego muere tras no recibir el beso que le pide a Isabel, ya casada. El domingo por la mañana la parte central de la recreación es la comitiva fúnebre de Diego, que termina cuando una mujer se acerca a darle un beso y muere sobre él. Es Isabel, que se une entonces a la comitiva fúnebre por las calles del Centro Histórico y que termina en el edificio del Museo de Teruel, donde los actores son aplaudidos y la recreación se da por finalizada.
Y toda esta historia está envuelta por cifras que dan idea de su dimensión: 200 puestos del mercado medieval, 145 grupos que cuentan con carpa y representan a distintos gremios, órdenes y barrios de la ciudad de entonces. Todos ellos se afanan por ser rigurosos históricamete en cuanto a su vestimenta o sus utensilios porque eso, la fidelidad a la época histórica, es una de las señas de identidad que quieren defender los organizadores de esta recreación, la Fundación Bodas de Isabel.
Teruel vive el amor todo el año porque la leyenda de Diego de Marcilla e Isabel de Segura ha acompañado siempre la imagen de la ciudad. En los últimos tiempos se ha ido desprendiendo del tópico que hacía que los amantes fueran recordados más allá de tierras aragonesas por sus pocas luces más que por su amor intenso. A este cambio ha contribuido mucho el esfuerzo que han hecho en la ciudad para reinventar la historia de amor y contarla desde la óptica de los nuevos tiempos.
La ciudad se vende desde hace un tiempo como “Teruel, ciudad enamorada”, explotando la imagen de sus amantes desde distintas perspectivas. A partir de la recreación la Fundación está impulsando el proyecto “Europa Enamorada”, que busca optar a ayudas europeas para elaborar un proyecto de promoción conjunta con otras ciudades recreacionistas con las que comparten historias de amor pero con base social e histórica. Así, junto a Teruel forman parte del proyecto las ciudades italianas de Sulmona, Montecchio Maggiore y Verona, mientras que estén en conversaciones con otras regiones de Francia e Inglaterra.
La ciudad también vive del amor el resto del año con el Mausoleo de los Amantes, que alberga las que se dice que son las momias de estos amantes del siglo XIII. Allí se cuenta la historia trágica de sus enamorados, que comparte sus tintes trágicos con otros amantes contados y pensados sobre todo en el Romanticismo europeo. También el amor se homenajea con la entrega de las Medallas de los Amantes, a comienzos del mes de febrero, que realiza el Centro de Iniciativas Turísticas de Teruel, y que premia desde hace años a las parejas que cumplen sus bodas de plata, de oro y hasta de platino. También han recogido sus medallas personajes como el seleccionador nacional de fútbol, Vicente del Bosque, la periodista Pepa Bueno o la bailaora Cristina Hoyos, entre otros.
Más información sobre las Bodas de Isabel de Segura 2019
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Artículo original publicado el 29 de enero de 2015. Actualizado el 27 de enero de 2017 con las novedades y las fechas de celebración en el presente año.
Autor invitado: Elisa Alegre
Periodista Freelance. Soy turolense y ejerzo. Aquí tengo mi proyecto de vida y disfruto contando todo lo que pasa en la provincia de Teruel. Prefiero que sea bueno porque hay muchas y buenas historias, pero de todo hay que hacer. Y estas historias llegan a más gente gracias al soporte que me dan actualmente por ejemplo Diario de Teruel o la Agencia Efe.
1 comentario en «Los Amantes de Teruel saldrán de nuevo a la calle para contar su historia»
Magnifico articulo, como siempre. Con un texto asi, queda «fotografiado» cuanto dices. Acertadisimo tu comentario explicando que los turolenses, esos dias, no se «disfrazan», se «VISTEN», es decir lo VIVEN de verdad, lo hacen suyo. Un abrazo Eli.